Por: Sandra Triana
En el imaginario colectivo cuando se habla de grandes artistas de la pintura, y en general de las artes plásticas, suelen venirse a la cabeza nombres como: Diego Velázquez, Pablo Picasso, Vincent van Gogh, Salvador Dalí, René Magritte, Diego Rivera o Oswaldo Guayasamín.
No obstante, nombres como: Louise Bourgeois, Artemisia Gentileschi, Hilma Af Klint, Remedios Varo, Leonora Carrington, Paula Rego o María Izquierdo suenan ajenos y no parecen estar almacenados en el colectivo como artistas plásticas, salvo una que otra, tal es el caso de Frida Khalo.
Todo esto es resultado de la profunda discriminación e invisibilización que han vivido las mujeres en las artes, además de las humanidades y las ciencias.
Históricamente a las mujeres se les ha relegado al papel de musas y objetos idealizados de deseo, estigma que se sigue manteniendo y reproduciendo hoy en día. La falsa idea que tienen muchas personas sobre el “arte” y los “artistas” están cimentadas en profundas creencias machistas y misóginas. Un ejemplo es Picasso, idealizado y considerado una deidad en las artes, no obstante, en su actuar y pensar estaba cargado de violencia, llegó a expresar frases como “las mujeres no nacieron para pintar” o “para mí la mujer es una máquina de sufrir”, y este ejemplo es solo la punta del iceberg. Lo que se nos ha hecho creer como “arte” es una industria repleta de intereses económicos basados en opresión y discriminación.
Existe un caso que ha tenido bastante resonancia y que es una muestra de lo que lo que muchas mujeres artistas padecen. María Izquierdo, importante artista mexicana que destacó en muchas de sus obras el papel de la mujer, en 1945 le fue encargado un mural para la escalera del edificio del Departamento del Distrito Federal con el tema “El progreso de la Ciudad de México”, no obstante existen pruebas de que Rivera y Siqueiros, muralistas de la época, valiéndose de su prestigio y posición boicotearon y terminaron censurando la realización del mural, fundamentados en supuestos “aspectos político-estético”.
Para combatir la discriminación y violencia contra las mujeres en el arte, es de suma importancia reivindicar a las mujeres artistas, hacer conocer sus obras y sus luchas. Además de reconocer y valorar esas expresiones ancestrales y populares que en muchas ocasiones son despreciadas e infravaloradas por elites económicas sustentadas en supuestos artísticos
También, comparto la postura de García Villarán (2023), es importante no idealizar y banalizar la figura del “artista”, para justificar o tapar sus actitudes y acciones violentas y machistas, es el caso de algunos artistas hombres, no se niega la importancia de sus obras, pero es importante que junto a la obra se nos presente el contexto general de quienes la crearon.
Para concluir, quería destacar la hermosa iniciativa de un grupo de más de 110 mujeres artistas, que en el 2021 se juntaron para realizar “El mural que debió ser”, mural basado en los bocetos que elaboró María Izquierdo, haciendo algunas adaptaciones. Es importante señalar que la imagen de este artículo está inspirada en el boceto de dicho mural.
¡Que vivan las mujeres en el arte!
Referencias bibliográficas.
García Villarán [Antonio García Villarán] (2023,09,23) MACHISTA, MENTIROSO, MALTRATADOR Y MISÓGINO. Pablo Ruiz PICASSO [Video]. YouTube. https://www.scribbr.es/normas-apa/ejemplos/youtube/
García Villarán [Antonio García Villarán] (2023,09,23) EL SAPO RANA DIEGO RIVERA, marido de FRIDA KHALO. Muralista Mexicano.Arte [Video]. YouTube. https://www.scribbr.es/normas-apa/ejemplos/youtube/
López. A (2022) “El Mural que Debió Ser: el proyecto que reivindica la obra de María Izquierdo” https://www.admagazine.com/articulos/el-mural-que-debio-ser-el-proyecto-que-reivindica-la-obra-de-maria-izquierdo.
Tagle C. (2020) «La historia del mural de María Izquierdo que fue bloqueado por el machismo de Rivera y Siqueiros». https://www.cronica.com.mx/